Nos encontramos en un tiempo en el que los estereotipos y la imagen son puntos muy importantes y demasiado influyentes en la sociedad. Decimos demasiado porque al igual que cada temporada se muestran en las pasarelas las nuevas tendencias en  moda, como pueden ser los colores, las telas, estampados… los modelos que llevan esos atuendos son también el punto de mira. Piel con imperfecciones, muy bajita, muy voluptuosa… Un sinfín de adjetivos que a las personas normales afectan en grandes proporciones.

Es cierto que a todos nos gusta vernos bien, con una buena apariencia y dar buena impresión a los demás. Pero el poder de los medios es tan grande que, debido a su influencia, las personas adquirimos unos ideales que en numerosas ocasiones, se escapan de la realidad. Deseamos poder ser como la modelo que vemos en medio de la Gran Vía con ese bikini espectacular y sobre todo, deseamos que nos quede tan bonito como a ella. Pero todo deseo es inalcanzable si no tenemos presente la ayuda del Photoshop.

Los líderes de opinión, en este caso actrices y modelos, son seguidas y admiradas por miles de personas y se muestran cada día dando una imagen de sí mismas. En la mayoría de las ocasiones esta imagen es buena pero no 100% real y es esta realidad alterada la que ha saltado la alarma entre varias modelos y actrices.

Es el caso de Inma Cuesta la cual quedó asombrada tras ver cómo habían retocado las fotos de una entrevista en la cual no se reconocía. Lady Gaga también se sumó a esta insatisfacción cuando vio cómo habían retocado la portada de una famosa revista viendo que la foto final nada tenía que ver con la original. Y qué decir del famoso cartel de la película El Rey Arturo donde Keira Knightley aparece con un par de tallas más de pecho. Todas ellas junto a más personajes del mundo del espectáculo han denunciado el uso excesivo del retoque fotográfico, haciendo pública su disconformidad en las redes sociales.

No hay que olvidar que lo importante es que nos sintamos bien con nosotros mismos y dejar de lado las imágenes que la sociedad nos muestra allá por donde vayamos, esas mujeres han tenido por detrás a personas trabajando en su maquillaje, en su pelo y en la iluminación de las fotos. Lo natural gana, y en una sesión de fotos es muy importante estar relajado, disfrutar de la situación y además, que nos guste el resultado está por encima de todo.

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