Uno de los elementos fundamentales de una sesión de fotos es la ropa, tanto si se trata de una sesión con objetivos profesionales como personales. El vestuario es una herramienta fundamental que ayuda a “entrar en personaje” y superar los miedos e inseguridades que surgen al posar delante de una cámara.
Además, si el book de fotos se va a presentar después en una agencia es muy importante demostrar que se posee versatilidad en el estilo y en el uso de distintas prendas. Todas estas razones hacen que la elección de la ropa sea una decisión clave para obtener las mejores imágenes posibles.
Por lo general se suele optar por el negro ya que estiliza la figura, pero también es recomendable jugar con los colores hasta encontrar aquellos más favorecedores para el tono de piel y el color de ojos y de pelo de cada modelo.
Otra de las técnicas más comunes consiste en vestir prendas de corte recto o con líneas verticales, como por ejemplo las faldas de tubo, frente a las líneas horizontales. Con la misma intención también se puede recurrir a estilismos color block que destacan por su fuerza visual y el efecto que producen en el cuerpo.
En definitiva, combinando todos estos consejos y experimentando un poco se puede lograr un look impactante y efectivo para una gran sesión fotográfica.